Aunque muchas personas lo desconocen, la toma de medicación puede afectar a nuestra salud dental. Y es que los principios con los que se realizan estas soluciones farmacéuticas pueden llegar a ser muy agresivos con el esmalte. Incluso pueden alterar la composición de nuestra saliva, lo que también pone en jaque a nuestras piezas dentales y encías.

Para que seas consciente de todo ello y seas consciente de la importancia que tiene la limpieza de tu boca cuando te encuentras enfermo, hemos creído conveniente redactar este artículo. Un texto con el que, desde Clínica dental Pilar Rico, además, queremos animarte a una pronta recuperación si te encuentras siguiendo un tratamiento.

La toma de medicación puede afectar a nuestra salud dental

Cuando tomamos medicación es porque algo no funciona bien en nuestro organismo. Da igual que sea porque sufrimos un proceso infeccioso leve o porque tenemos un problema de salud serio; todo nuestro organismo se ve afectado por la presencia de un elemento que altera su natural equilibrio. Pero también lo hace por las estrategias que se siguen para combatir a la enfermedad. Es decir, por la ingesta de medicación.

Y es que los medicamentos son soluciones que se obtienen combinando sustancias químicas diversas. Elementos que de una manera directa o indirecta acaban afectando a nuestra salud bucodental. A veces lo hacen de manera leve pero otras de manera directa. Por lo que conviene estar alerta ante cualquier efecto secundario o alteración que podamos observar en nuestra boca.

Medicación y efectos en la salud bucodental

Los efectos más habituales de la medicación en nuestra salud bucodental son los siguientes:

1. Xerostomía. Popularmente se le conoce como sequedad bucal. Esto puede provocar que se acumule más placa dental en la boca, lo que multiplica las posibilidades de que aparezcan episodios de gingivitis, enfermedades periodontales, caries o sarro. Los medicamentos que suelen ocasionar esto son: antihistamínicos, analgésicos, diuréticos, antidepresivos, y los antihipertensivos.
2. Otros fármacos alteran la composición de la placa dental y del PH de la boca, lo que provoca que los dientes se vean expuestos al ataque de enfermedades.
3. Muchos medicamentos contienen azúcar, especialmente cuando están dirigidos a los más pequeños. En estos casos, junto al punto anterior, los convierte en un elemento potencial de problemas en encías y dientes. Para ello hay que extremar la limpieza de la boca a diario.
4. Los anticoagulantes o antiplaquetarios ralentizan los procesos sanguíneos, por lo que pueden ocasionar que las encías sangren. Debes comunicar que ingieres este medicamento a tu dentista, especialmente si vas a someterte a alguna intervención quirúrgica, pues afecta al postoperatorio de manera directa.
5. Los antiobióticos afectan directamente a las papilas gustativas, por lo que alterarán nuestro sentido del gusto. Posiblemente todo nos parezca que tiene un regusto metálico. Lo mismo ocurre cuando tomamos medicación para regular la presión arterial o nos ponemos parches de nicotina.

Clínica dental Pilar Rico a tu disposición

Recuerda, que tras pasar enfermedades graves, hayamos tenido o no que tomar medicación, lo recomendable es que visites a tu dentista. Los profesionales de la odontología estamos capacitados para chequear el estado en que se encuentra tu salud bucodental. Contamos con los conocimientos y la tecnología que requiere este tipo de procedimientos, lo que nos permite adelantarnos a cualquier problema más grave; o hacer frente a una patología cuando ya ha aparecido.

Y es que hacerte un chequeo es más importante que nunca después de superar un proceso infeccioso. Por ello recuerda que los profesionales que trabajamos en la Clínica dental Pilar Rico estamos a tu completa disposición.