Dolor de muela. ¿Por qué es más frecuente en verano?
El dolor de muela puede ser más frecuente o intenso en verano por varias razones te las contamos en nuestro blog:
- Aumento de la sensibilidad dental: Durante el verano, consumimos más alimentos y bebidas frías, como helados y refrescos, lo que puede aumentar la sensibilidad dental. Si los dientes ya tienen desgaste del esmalte, caries o recesión de encías, el cambio de temperatura puede causar dolor.
- Deshidratación: En verano, la deshidratación es más común debido al calor y la sudoración. La deshidratación reduce la producción de saliva, lo que puede llevar a sequedad en la boca. La saliva es crucial para neutralizar los ácidos y combatir las bacterias, por lo que su falta puede aumentar el riesgo de caries y enfermedades de las encías, resultando en dolor.
- Bruxismo: El estrés y la ansiedad pueden aumentar durante las vacaciones de verano debido a cambios en la rutina, viajes o simplemente la planificación de actividades. El bruxismo (rechinar o apretar los dientes) puede empeorar con el estrés, causando dolor en los dientes y en los músculos de la mandíbula.
- Cambios en la dieta: Durante el verano, la dieta suele incluir más alimentos azucarados y ácidos, como frutas cítricas, refrescos y golosinas. Estos alimentos pueden erosionar el esmalte dental y provocar caries, lo que a su vez causa dolor.
- Traumatismos dentales: El verano es una época en la que las personas suelen ser más activas físicamente, practicando deportes o realizando actividades al aire libre. Esto aumenta el riesgo de traumatismos dentales, como fracturas o golpes en los dientes, que pueden causar dolor.
- Infecciones: Las infecciones dentales, como los abscesos, pueden ser más dolorosas en verano debido al aumento de la inflamación por el calor. Además, cualquier infección puede empeorar si no se trata adecuadamente, lo que es más probable si las personas están de vacaciones y posponen la visita al dentista.
Para mitigar el problema del dolor de muela, es importante mantener una buena higiene bucal, mantenerse hidratado, reducir el consumo de alimentos y bebidas azucaradas, y usar un protector bucal si se practican deportes. También es recomendable visitar al dentista regularmente, incluso durante el verano, para detectar y tratar cualquier problema a tiempo.